De un nombre raro

"Eso, cuando era chico, se llamaba ser gorila" dijo el ministro preferido. Fue una frase tenue, para contrarrestar a un tarado a toda vela de la Universidad Católica de La Plata que habló de su infancia y comentó que el método de la temperatura nunca funcionaba pero ahora ha mejorado mucho. Ginés fuma tabaco (ese es su peor rasgo), tiene muchos quilos de más siendo médico (puede ser quizá el mejor) pero sobre todo tiene un nombre que rima con el apodo para publishing del coautor con Litto del eterno himno naufraguero. Días de múltiples embarazos alrededor, algunos sorpresivos, otros aparecidos, otros casi esperados pero inexorables, y otros por los que levanto la copa. Ginés nombra la palabra de seis letras en national tv: señores curas, llegó cincuenta años después, esperemos, la segunda hora del fuego. Viva la vida, claro, pero viva más la "posibilidad", seremos choicistas siempre. Alfonsín pide que Lavagna sea "todo lo peronista que pueda". ¿Qué ocurre? Es el fin del política, decíamos, miércoles alegres y lavados en te ene que se trocan por domingos tristes e históricos, de majestuosidad italoneoyorquina y cuero de cloaca de manantial. Mucho más cerca todo: de la locura que de la evasiva madurez.

1 comentario:

marina dijo...

me encantó este post... (sreá que me pasa siempre, cada vez?), menos elíptico, más político y muy sentimental.
besos.