La letra ene

En la calle donde, ahí, nací, camino. Con el dedo puedo señalar el espacio, el supermercado, el desorden de los vascolet en pirámide, la foto mordida donde mi hermana tenía el gorro de lana del mundial. Extrañísimo. Son las diez menos cinco de la noche y venías caminando con una amiga, justo en esa cuadra y en mi concentración vereda por vereda del sello de nacimiento, levanto la vista y se alza tu estampa de siempre. La torpeza toda junta, un bolso arrastrado, la remera del verano en el invierno, una sonrisa que ahora, inmensa, se escapa. Apoyé todas mis pertenencias en el hall de ese edificio y vos las tuyas, qué raro insisto, rarísimo. Como si hubiera por decir o por callar, cuadernos enteros porque aprovechamos cinco o seis minutos de tu amiga entrando, claro, al super. Esto pasa hoy, a la noche, cerca de Santa Rosa con el agua encima, aquella que alumbraba la arteria de catalinas a luis maría campos para empujar el diástole, el gritito de la capucha en la parada del colectivo. El diálogo termina, y por supuesto no hay un estás bien, los ojos se escarchan, zapatos que se acomodan de nuevo y las manos que enganchamos la tuya enorme y fría, sobre tu altura, mi subsuelo, ese futuro. El chau, sabemos: mucho antes que el hola.

3 comentarios:

Paula Mariasch dijo...

fede, este post casi me hizo llorar... igual que el videíto que tomé como regalo, pero igual ¡¡gracias que me dijiste cómo subirlo!! Sos lo más, siempre.

besos

marina dijo...

N-chicas, fede, como siempre, no? que no dejan de llamar... y veo que el videíto se lo regalás a todas. bu.

fede dijo...

chica-m-p...no llores que se empañan los anteojos, reina de la neurosis! gracias a ti.

m: a vos te regalo lo mas preciado. no hay coyunturas. fraise sauvage!

powersisters.................