Entonces todo dura un montón o es pequeño el tiempo y se vuelve intenso. Dos días agitados, con muchas cosas, una: ¿por qué llamás a tus padres por su nombre? No tengo mucha respuesta, eh. Hablamos un poco, y creo que yo dije menos: pero el agua llegó a la acequia más transparente, arriba. Son sábanas, digo, son sábanas celestes de copo de nieve. Esas que enganchan las eras, como si una década fuera un sanwich y estamos en el mismo lugar con los ojos un poco más vidriosos pero sonreímos. Es para celebrar, las manos atadas, el silencio, una fuga para adentro que aproxima, un picante, un caramelo de goma, vos lisa resplandeciente, el nombre también a lápiz en la primera hoja. Suena el teléfono, uh. No me voy a levantar.
Lágrimas nos olhos, de cortar cebola
Você é tão bonita
Você traz a coca-cola eu tomo
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1 comentario:
es así, fede: siempre que hay picante tiene que haber dulce; siempre que hay dulce tiene que haber picante. aprendí?
beso.
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