Tus Amigas

El frente está intacto apenas. Adentro, una noche fría, pasamos rápido y la ley paró a un amigo, le hizo un montón de preguntas. Creo que Filippi abría el show, en ese caldo noventero de hippismo, pancarta, restos de otros años y márgenes bastante sinceros. En la calle Aguero el dominio se llamaba El Dragón, un desconocido se picaba en el baño del fondo, sobre un piso de material. Los morfis salieron a romper el humo denso arriba de las mesas, después del chin chin de las quilmes de siete cincuenta, con un repertorio maravilloso para un chiquilín que iba cada jueves a la sala de ensayo a escuchar dos de las versiones sobre una misma mujer que se llamaba"Ana", el doblete en las voces de los Arizona Bros., el porte de pura verdad no sólo roquera de Guille. Cuando terminaron de rendir el set, bb me dedicó Tus Amigas, una de las mejores letras que escuché: "Que bueno que esta noche viniste antes lo que pactamos..." y una sucesión de nombres de chicas amigas de la amada que sumergían ese vínculo en un mar de inconsciencia y proximidad peligrosa. El disco se grabó, en algún lugar están las cintas, esperamos ayudar para que se escuche pronto. Casi a quince años del adiós al valiente dibujante de siameses (en la foto unidos), cariñoso y despierto, autor y voz súper humana se puede revisar una tromba de camiones que los dos productores de esas sesiones organizaron en un soundtrack. Pan Roc sin edad, antes de todo pero todo de verdad.

No te interesaban los planes perfectos

Tienes razón, tienes caballos de mártires, besos ocultos y tu soledad, que se escribe en silencio, es mi soledad. Y tienes, amor, la ropa naranja, la boca pequeña, los ojos dorados que saben mirar donde hay que mirar. Cada vez que amanece es un viernes, la calle despierta entre rumores, coches y farolas. Yo te escucho en silencio y te toco la boca. Y tienes razón con lo de ir despeinada, te miro, te busco, me asomo y me queman las manos, me queman las manos. Y tienes, amor, los planes perfectos, aire despistado y un trozo de cielo escondido en el cuenco de tu corazón. No me importan los días inciertos, en el horizonte dibujas estrellas, manzanas y notas. Por la puerta caliente me invitas a entrar. Cada vez que amanece es un viernes, la calle despierta entre rumores, coches y farolas. Yo te escucho en silencio y te toco la boca.No me importan los días inciertos, en el horizonte dibujas estrellas, manzanas y notas. Por la puerta caliente me invitas a entrar.