Veinte años temblando entre pixeles
A partir del nacimiento de la periodista Dina que reportea singularmente al mundo, pude recuperar ese momento en que la psicodelia a baja resolución de las primeras computadoras caseras informaba la vida de su padre y de la mía. O sea, aclaro, no está tan lejos de la que proponía Surruil y las primaveras en esos años, pero era, creo, nuestra forma de darle una explicación. Resumiendo: un dúo de amigos reprodujo pixel a pixel dentro de un lenguaje de programación infantil la figura de "Pique", mascota de México 86. La hazaña, sin fotoshop ni escáner, a la distancia es monumental. Otros hicieron un juego deportivo. Algunos visitamos la ciudad de Mar Del Plata en un congreso de intercambio donde la irrealidad primó sobre la con-ciencia. Enchufamos un primer modem en varias casas diferentes pero había poquísimos lugares donde conectarse, a veces a menos de trescientos baudios. Por eso, me dispongo con farmacia y con aguante a escribir esa historia, toda la telemática antes de que el fino humorista creara aquello de "me sentía mal y me internét" (1995, nacimiento comercial en el país). Para desglosar el nerdismo y darle la voz a los y las que en laboratorios húmedos, empresas agrias y subsuelos con cables, además de todas las madrugadas rogando para que con una llamada los padres no despierten, le dieron vida a una comunidad. En un ratito volvemos a las calles, pero ahora, con el frío, tecletiemos.
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1 comentario:
piiii ajjjj uuuuhh piiii peeee rrrr giii
Qué buenos momentos me trajiste esta mañana
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