No llores, pero apoyá tu cabeza
Cuando pudimos, en las cenizas del fin del siglo pasado, nos aprovechamos del cambio de mano de una empresa que estoqueaba productos milagrosos desconociendo el valor y también el precio. Una voz silenciosa decía que la caja de pet saunds se reventaba a veinticinco pesos, algunos corrimos con suerte, otros quedaron sin aire en la avenida de las chicas demasiado lindas. Ahora, que se publicó un lindo homenajito en cataluña, uno vuelve a escuchar de a poco y creer que siempre los mejores tributos son los del disco entero, como aquel brillante smiths is dead, o el que lábil música va a editar sobre el genuino opus magnum del incendio ochentaynueve, nadie sale. Llegan los días de las definiciones, cuando se tira de la sábana para descubrir qué había detrás de tanto trabajo: llegan todos de visita pronto con regalos e ideas compartidas para el futuro. Otras sí. Carolina, no.
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1 comentario:
Muy bien disco.
Pasaba a saludar, saludos.
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