...fue que te encontré, viniste a saludar...

Un día, cuando llegué a instalarme, escribí sobre la calle donde vivo, en sus dos opciones: arriba de ella y sobre. Enfrente compré un manila enveloup, de esos mullidos donde guardar fotos y nuevos tiquets, biromes, material que nunca aprendí a usar, ni tampoco amar el olor del papel nuevo si está en blanco. Todo esto la semana pasada, y algo que me dijiste cruzando Córdoba organizó la zona, la esterilla que atrapa y no me deja mudarme hacia un lugar fresco, con macetas, luces de otra mañana, ruidos de ascensor. Justo. El comandante canta en el disco junto al primer rosarino, sobre la plaza san martín, esa calle Basavilbaso que marca tantos ejes. Entonces el "descubrir", para el habitante de este antiguo plano que parece haber estado siempre (barquitos en restos de maní, asado de obra de paladium, una foto del ochocientos) que también, acá, crecen los tallos. No enroscan solo palabras, las empujan y hasta pueden calmarlas. ¡De repente!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

creo yo que el disco que esconde esa tapa, será MITICO.

& elegante.

como un ARMANI.

espero no equivocarme.

fede dijo...

por lo que escuche, no te equivocas!

Delirante dijo...

Me re tildé en la foto... es divina.

Saludos :)!

...y buen fin de semana.

Anónimo dijo...

sos genial!