Esquina

Escribí una canción en honor a esas noches en el garage argentino que se llama "la mesa de las primas", espera su música pronto, y claro que tiene estribillo. El termo que me trajeron de tierra familiar santafesina es una maravilla de acero y precisión. Allá está la humedad, aquí volver a reportear como tantas otras veces, la pregunta que aparece cuando la respuesta está en torbellino, después. Igual recorrimos la historia que sucedía en paralelo mientras esperábamos que pase en las heras y callao, con los ojos bien abiertos, tomando duc de saint remy. Ahora, algunos de aquellos mezclan las perillas de los discos de mañana, otros ordenamos los rayos que pasan por los tubos, y como siempre hay demasiadas abogadas. Ah, vos, sonreí mientras te tapo con la manta de las estrellas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

espero que la próxima no sea en la calle, con las burbujas en mi pollera!