Donde los magos se quedan despiertos

El viernes a la noche, vimos como salían y a los diez segundos se cortaba la luz. Con el telón cerrado, un público que estaba en frecuencia cromática similar, remeras de manga larga para abrazar mejor. Al ratito volvieron. Hace mucho que no ocurría, una pequeña fiesta de himnos hacia los cuerpos felices, encantados. Eran los muchachos de La Plata y Junín, con el hermano Escofet y el amigo Tucán, compañero de andanzas en la facultad de otra argentina. Mientras tanto, días que llegaron en un soplido denso, fértil, con lluvias y galletas de lino. Por suerte, el regalo en un libro levanta el ánimo de la noche negra, iluminado por un velador sin mampara, entre los crujidos de la radio am que cruzan tu voz, apenas mezquina, irisada: curiosa.

2 comentarios:

aaaaaa dijo...

buen bloggo loco.
lo de loco no era a vos.

aaaaaa dijo...

sque la dir dle bolggo salmonico, quise mandarte un comment y me daba como opcion ser un hoombre bloggo, asi que por primera vez!!! tire unas letras al ?publico¿.
gracias por ser la ?¿fuente¿¿