Tres cajas, de ahí nos vamos
En este momento preciso tirar es liberar de nuevo para que el aerostático levante vuelo: los últimos años se trataron de apilar sin selección, como había sido en los anteriores apilar sin control y ahora antes de volver ahí, cerca de la plaza guadalupe, donde empezó y terminó mi carrera de programador en logo y apenas basic, todas son cajas. No la de los tigres maravillosos, ni aquella donde las siquiatras responden con la sonrisa doblada, tampoco alguna de las dos francesas repletas de frases puras. Con el murmullo de la ciencia venís a ayudar y empaquetando podías rescribir ese tiempo largo en que no me conocías: ¿quién es el de la foto, ezequiel, no puede ser? ¿y ésta, en el balcón de república, con ese jopo? ¿las revistas las tiramos, son medio viejas, por qué están en sobres de plástico? ¿las primeras eightball me las prestás? ¿esa remera, la tenés puesta?
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