Sobre la alfombra

El frío jugaba con nosotros a la tarde, en la confusión de ese calor medio ajeno, entre la veda y la dieta, carteles de un engrudo chorreado que el lunes iban a ser de hace tres siglos. En la casa de mi tío, llegó la noche...Fermín puso una máquina de humo, luces (las cuenta y mira la gran ciudad), yo traje la música y Anita, que hoy es muy doctora, bailaba en círculos entre todos los invitados y las jarras de daiquirí (gira y da más vueltas). Del otro lado de la casa, el ánimo de la charla y el champán se volvían bruma celeste, volvían esos cuentos perfectos de las señoras en pringles, con los padres, y una exclamación brillante ante la profusión de controles remotos: "acá hay tantos controles que esto es un descontrol". Todo terminó con profiteroles y sonrisas, al abrigo de las décadas y el futuro, con la familia que más quiero en este rincón del barrio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, hola! me gustó muxo la frase " hay tantos controles que esto es un descontrol" jajajaja...

He salido los fines de semana a bailar como nunca, Galpon Victor Jara, Barrío Brasil de Santiago de Chile, haciendo lo imposible para conseguir una entrada y sandunguear junto a los amigos con Chico Trujillo gran revelación de estos días nunca había llegado a casa sin beber una gota de alcohol y tan cansada como si todo lo hubiese bebido.
Saludos desde estas heladas temperaturas que se calientan durante las horas de madrugada un sábado de LOCURA CUMBIANCHERA ALTERNATIVA !!!