un susurro muy especial, así me das más

Cinco y cincuenta y nueve, el preludio del regreso al barrio originario, donde Gabriel Burín me enseñó algunas cosas y otras vimos en el cuarto de sus hermanas que militaban en el PO del 83, fue ese lapso en que subía corriendo: si la mesa era la misma, iba a poder votar. En la escuela Magnasco de Av. de las chicas lindas esquina malabia votaba temprano el bostero del newman (¿cuántos votantes de de la rúa te apoyaron, cuántos vecinos con el estómago seco de tirria, cuánta gente fea en esta ciudad?), pero a la hora de subir la escalera ya no quedaba más que el frío. Esa misma madrugada, pero en mi comuna y todavía sin dormir, ella desde la cama me dijo la frase mas sabia: Usá tu desilusión. Era la última vez que entraba al darc rhum en este distrito, ahora será cuestión de ver qué forma tiene la vida bonaerense desde los ojos rombos. La música está en los cables (de noticias), están por llegar las margaritas, olvidemos todos los malos tragos de la política. ¿Será ese el mes de cambios????

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira, la política es el mal necesario para guiar a las sociedades y como dijo nitshe el vivir en sociedad es la condena del hombre, al ser gregarios nos estamos condenando, cada vez se nos va de las manos, nadie estará conforme con los acuerdos de la política y nadie es tan santo como el che, para hacer política.
Quizá todos al final, vivimos de los susurros del amor.
hace tiempo que no opinaba pero tenía malo el pc...
saludos.

aaaaaa dijo...

"es necesario que todo cambie un poco para que todo siga igual", decia lampedusa mas o menos, y aca estamos, cambiando siguiendo cambiando para volver a empezar mil veces(mas).
buena semana!
hernan.