Primer día

Ahí, entre el verde y las rejas, las voces de la orilla hacia la plaza. Nada de residencial, por supuesto. Belgri "R" envía al ferrocarril por el corazón del borde santafesino: Rosario. Hasta esa dirección se traslada la letra inicial, que todos los vecinos confunden con residencia. Por la mañana nueva de la mente, que es un descubrimiento casi abandondado desde los días dorados en que arrastrábamos el saco por la calle Alsina aún de noche, fluyen otros líquidos y nuevos bríos. Ayer incluso "desayuné" (?) un jugo de naranja con un solo hielo y algo de pan en ese cruce de plazas y bares y vías de la estación R. Mientras el verano empieza para mis hermanos mayores en bruklin, la franja que bordea al río para el norte acá y ahora (mismo) hace de pista de aterrizaje para la bruma y la humedad del invierno, repleta cuando baja en la avenida. Antes de llegar del edificio más lindo de la ciudad, el círculo del sheraton hospital de niños parecía la batiseñal. Entre docenas de voces nuevas que escuchamos y planes y casets, terminó la primera jornada del año nuevo chino, sin empanadas ni vino, en Broccolino.

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