Me, Retiro

En julio de 1930, Alberto Siegrist dibujó la esquina de Alem y Tres Sargentos. En el trazo menos firme y brumoso, se explica un rasgo más actual, irreconocible la casa y el árbol quieto sobre la avenida ("siéntate a ver el día..."). Recuerdo que el año pasado, en una búsqueda similar pero hacia dentro del barrio, encontré para el comandante una foto original del palacio antes que lo demolieran. Se trata del sentido y el humo de un lugar que amamos porque, justamente, no tiene residentes fijos: un taxista me contó que vivía sobre reconquista en los cincuenta y solamente había marineros noruegos y chicas que los acariciaban. Mi querido hermano Iván estuvo hoy toda la tarde ayudando a empacar y llevándose presentes, encontramos variados comics de mucho valor pero mayores en emoción completamente pegoteados por el agua de aquel día, no me reconoció en una foto (tenías, uh, el pelo más largo), todavía lo que no es papel impreso no sabemos dónde meterlo, pero queda una sola noche aquí. ¿Cómo será caminar entre niños y perros, seres que nunca estuvieron de este lado de la plaza? ¿Volverán las siluetas de otras noches, como el sábado, y la risa de siglo que viene? Próximo dispatch: de este lado de cáning.

1 comentario:

DiciendoDigoMejor dijo...

Lo importante no es a dónde vayas sino con quién y por qué...días como hoy me motivan a reseleccionar lo que tiene valor y lo que no...o lo que no lo tiene y debería de tenerlo.