Esquina del sol

Hablé de vos. En el kilombo atroz de la mitá del día, entre el cumple noventa de mi abuela y la internación por suerte todo bien de mi abuelo, hablé como media hora de vos con tu amiga, pensando que ya no iba jamás a hacer cosas así. Mañana iba a llevarme la bici naranja, traerla a la casa nueva, andar entre veredas para llegar a una margarita pura, con todos nosotros: pero el casa miento de tamara es al mediodía, entonces todo lo que digo se vuelve de nuevo un cardinal hacia la costa que veo de carmel. Bajá por la uno, torcé en la 101 me dijo michel cuando almorzábamos y no planeaba nada salvo el atardecer llevando los muñecos que tengo para el príncipe de nuñez, antonio. Si todos los nombres se hacen guirnalda esta madrugada, es que pude asentar un pedacito en esta zona nueva de jardines como clips, inmaculada en el frío, con letras de canciones indestructibles, con mi hermana que llegó de mejico con sabiduría y sin acento. Vuelvo al día, te remonto y hablo clarísimo para que comprendas que dejando de ser la única sos parte de otro mundo, y en la tentación ayer de contarle todo a mi tía que te ama, me callé la boca: pero hubiera sido a destiempo, cuando en vez de ocupar un cuarto de estos cuatro necesitás vivir sola tantos años. Si pudiera, si supiera, me reinvento prístino, entre la costa central y las calles de unguento, el niumodel donde espié la demolición y encontré la pared que llevaba al primer piso, aráoz, incomprensible. No me leas. No me creas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

otra derrota chilena...
snif snif!!!