En la mañana que salimos a ver el cielo limpio como si uno despertara en el refugio nucliar faltaban los cambios del tiempo cada noventa años. Apenas un pájaro y el polo norte del colchón, dije bueno: probemos la radio. La siete mares se portó bien, sin armaduras de hielo, porque resulta que en este barrio la AM sale clarita, y pude volver a un sonido que hace tanto no resultaba, paseando por todo el dial (ey, radio es diario, y si rima, también comentario). El día pasó entre abrigos y cuando llegué con las verduras nuevas todo el campamento estaba sin luz...Tuve que ver uruguay brasil en un helecho y dicroicos de caning, y zas, la maravilla. Encendí la fm mínima y esa voz, el gran loco de la colina me hizo llamar a socios y socias para avisarles de la vuelta con la misma gracia y sin yunque (¿te acordás cuando fuimos al estudio esa noche?), hasta disqué, y me puso tarjeta negra, territorio del infierno. Comía, hacía personajes, chivos de hoteles, el rambling eterno pero calmo. El sábado, apoyado en la puerta de la emisora por la noche, lo vi al otro grande de la medianoche y me dio su tarjeta. Hora de volver al mic, creo.
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En la mañana que salimos a ver el cielo limpio como si uno despertara en el refugio nucliar faltaban los cambios del tiempo cada noventa años. Apenas un pájaro y el polo norte del colchón, dije bueno: probemos la radio. La siete mares se portó bien, sin armaduras de hielo, porque resulta que en este barrio la AM sale clarita, y pude volver a un sonido que hace tanto no resultaba, paseando por todo el dial (ey, radio es diario, y si rima, también comentario). El día pasó entre abrigos y cuando llegué con las verduras nuevas todo el campamento estaba sin luz...Tuve que ver uruguay brasil en un helecho y dicroicos de caning, y zas, la maravilla. Encendí la fm mínima y esa voz, el gran loco de la colina me hizo llamar a socios y socias para avisarles de la vuelta con la misma gracia y sin yunque (¿te acordás cuando fuimos al estudio esa noche?), hasta disqué, y me puso tarjeta negra, territorio del infierno. Comía, hacía personajes, chivos de hoteles, el rambling eterno pero calmo. El sábado, apoyado en la puerta de la emisora por la noche, lo vi al otro grande de la medianoche y me dio su tarjeta. Hora de volver al mic, creo.
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2 comentarios:
hola, tantas lunas y tanta nieve me ha enfriado para escribirte desde acá, estoy muy asombrada por la fecha que ha elegido calamaro para lanzar su nueva obra musical.
Acá como siempre tendremos que esperar porque parece que aún la cordillera nos separa demasiado sobretodo de Calamaro que quizá no le gustan los chilenos... disfruta más promoviendo en España...
Además, en su blogg ya no permite comentarios. Solo queda tener fe, O esperar que se acerque a Mendoza o es más ganar alguna beca para viajar a España y allí poder disfrutar de algún concierto.
Los chilenos disfrutamos mucho de su música y nos visitan muy poco.
Qué tal fede? Ahora que hablas de estudios...aunque no nos conocemos te cuento que estamos grabando...ya grabé las baterías, aunque nos robaron algo de dinero a la hora de pagar...y no editaron muy bien las cosas...Que duro es grabar y que gratificante al final!!
Sin más, compañero desconocido, un abrazo ;)
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