Cosas de los dos

La tarde aquella en el estudio de grabación: primeras sesiones de quién tiene el publishing, junto al compañero inglés que esta vez comprendió los géneros populares de latinoamérica y españa y entonó musicalizando mis letras, en una dupla parceira que da sus frutos en el cruce, en la tensión y el júbilo. Por la noche de esa tarde, la explosión estelar con el frío de otoño y las huestes de la amabilidad eterna que sonríen ante esos versos: "voy cruzando el mar sin pastillas/y parece que aprenderé a volar", desde arriba, en un sillón, todo se ve mejor. Perder quilos, guardar los amores, el equilibrio es el rey del presente. Los dos linus, finlandia y california, lo saben.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tus pensamientos son muy reales, me gusta mucho tu blog...
Me imagino y traduzco que estás de viaje y esas distancias traen ciertos miedos y melancolías que nos hacen más humanos, indefensos débiles y fuertes a la vez (guardar los amores)...
Si de algo te envío un abrazo.

aaaaaa dijo...

en verdad,despues de muchos años de transpiracion-pasion(vigente aun la segunda) soy actualmente partidario del sillon, el bar, y la baranda para apollarse; pero te voy a contar que por una cuestion tecnica llegue a la trastienda tarde(pero a tiempo) y sin entradas, razon por la que termine viendolo abajo, de parado y no tan cerca de la barra.
a priori no era el mejor plan, pero debo admitir que al rato de estar ahi, medio delante, por unos pocos segundos volvi a sentir esa cosa de los 16, por asi decirlo, esas ganas de poguear-saltar-transpirar.
claro que la cuadra mojada y fresca del camino al auto me dijo viejo( lo sabia de antemano), desde arriba, en un sillon....
barbaro lo de despedite un poco mas del siguiente posto.
un abrazo.
hernan.