de nuevo en nuestras bocas

Llegamos con la calma y la electricidad, antes del jazz, por la mitad de la tarde. Empezó el túnel del ahora, las risas más crocantes y las palabras que el sólido conocimiento nos entregó como armas permanentes, casi espadas de la maldición de la flor dorada. Volvimos a las conversaciones entre noe valley y serrano, retiro y miramar, nos hicimos invisibles como en todos los niveles y los pisos y las mantas que guardamos, disolviendo la distancia y sobre todo: el hoy que separa como fango bajo el puente, que brilla como plata armándose en partículas después del fijador y el paro. Si la geografía es un estado de ánimo, no necesitamos más coincidencias, ni años bravos, ni viajes de regreso desde ciudad universitaria a quién sabe donde, tandil, pelos largos y palieres de casas en construcción. Sólo la contraseña del chocolate amargo y alguna sonrisa desesperada para llegar al final del cuento, contame, que me gusta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el ideograma chino para "escuchar" consiste en figuras que representan la oreja, el ojo y el corazón

Princess Valium dijo...

Te leo y pienso en Cortázar.
Un saludo desde Barcelona