Ella volvió

Poco. Casi no vas al cine, pero seguís escuchando esas canciones que los discos vuelven a volcar, como la ventana entreabierta del living donde pasa algo de la luz. Si una canción enorme, que habías probado frente al mueble de madera entre la segunda casa y la tercera (una de tus padres, la otra ya separados) ahora revive, es porque esa caja que tenías del cuarteto folc se perdió para siempre. Es, ahora, otra canción, en el hall, afuera:

Nuestra casa: Yo prendo el fuego/Vos poné las flores en el florero/ese que compraste hoy/Mirando el fuego/horas y horas/mientras te escucho/tocar tu canción de amor/Toda la noche para mí/solo para mí/Vení ahora/Apoyá tu cabeza solo cinco minutos/Todo está bien/Un cuarto tan acogedor/Las ventanas iluminadas/Por el sol que pasa a través/Gemas ardientes para vos/solo para vos/Nuestra casa es una muy, muy linda casa/con dos gatos en el patio/La vida era tan dura/Ahora todo es fácil/por vos/Yo prendo el fuego/Vos poné las flores en el florero/ese que compraste hoy

2 comentarios:

Princess Valium dijo...

Me gusta eso de que la melodía se cuela como la luz por una ventana entreabierta...mmm...
Besos

p.d. alvarez dijo...

la sutileza de la melancolía, en las canciones o en el cine, hacen que todo se nuble como se nubla el atardecer.

vos poné las flores...