En las playas donde aprendí a caminar, Roberto López murió el mismo verano aquél de los despertares y los canta bares y los autos lunáticos y el divorcio. Todo entre la arena, como otros meses de otros años allá, eran portadas que el carrito traía, humor quincenal que en febrero era por mes, boxeadores santafesinos y balcones: el peor final para el mejor humorista. Viuti siempre me había sorprendido quizá por el trazo que sólo vi en Lizán apenas de este lado, el espacio en despliegue, los edificios detrás que no se terminaban, la única sombra sin firmeza, pero era la burbuja del centro a las tres. Lo diminuto como estado de ánimo perfecto y en su esfera, "Los Superados" que es brillante, sicólogos con carterita, la maestría. Ayer volvió entre las cajas una edición en tapa dura del 82, la única creo en ese deluxe, también tengo "El Sexo De Viuti" que Distal confunde con porquerías de Nik en anaqueles, corran. El flequillo de teodoro entre nosotros.
(fuente del scaneo currada de este gran blog)
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