El negocio del videoclub es el olvido
Por supuesto que ya había pasado bastante de la hora que demarca esa frontera: justo donde decido no llamar, no ir y empieza el tintineo de las monedas en la caja registradora del local. La frase es vieja, se la tiré alguna vez a esos avezados clerks que te reclaman muy amistosamente los $5 de recargo mientras asumen que uno solamente consume films:género acción. Igual, Lucas ya dijo que se terminó el blockbuster y ahora sólo resta hacer películas de bajo presupuesto. Claro, porque no quiere filmar los últimos tres episodios. Ahora me clavé con una película que no quise alquilar y otra que quizá no quiera ver, y el negocio de ellos es mi olvido. Mejor escuchemos todos a Dan, que regresó con gloria a Continental de lunes a lunes de dos a cinco am, porque si me apuro a ver a las dos juntas no voy a terminar ni con victoria ni con soledad.
Volver
Gracias a todos los colaboradores del mundo por sus comentarios. De repente, se cruzaron alrededor algunos regresos. De alguna manera, gobernados por la cercanía de otro gran "comentario" sobre el universo, que es el del maestro. Mi pequeña vuelta fue post nueve días en el Mardelfilmfest, y aunque ya pasaron otros diez, ni deshice el bolso. Es que el torbellino fue mayor al esperado: siempre los amigos dijeron que un festival de cine es como un spacepod a otro planeta, pero no imaginaba tanto. Las películas, algunas muy buenas (Simpatía por la mujer venganza, Poeta del guarán) fueron en todo caso un respiro ante tanta montaña rusa de friks, recorridos por las calles y las casas incluida la del puente, habitaciones de hoteles sindicales, majestuosos (Provincial), dicroicos (Hermitage), seres humanos y otros no tan humanos. Donde llegamos con María y de donde nos fuimos, casi. Donde empezó todo: Viento en Popa... Hay otros "volveres" pendientes también...Del año, que no termina de empezar, del otoño, que ahí quiere y no llega, uno de California. Y un empezar completo: el mate. Ampliaremos.
No hay más chinos en Madrid
Entonces la glotonería de empezar a postiar como loco, y el exceso se limita apenas, durante una linda charla vespertina: queda una historia de ayer (mismo). Resulta que mi hermano Panchito comenzó sus clases en CNBA y en el acto hubo un coro, después del concierto de rutina en órgano y discurso con guiños de zorro hábil del rector. El programa del coro tin (serían alumnos) incluía un negro spiritual, una plomiza versión de Mozart para cerrar y en el medio lo más crocante: "Un vestido y un amor". Fijé la atención, mientras relojeaba el crucifijo que preside el aula magna y ya iremos a sacar pronto, en la tercera vuelta de la canción. Me imaginé que, entre tanta voz entretejida, el director le iba a bajar el tono a la frasecita y a otra cosa: "fumabas unos chinos en madrí" terminaría muuuy abajo. Bueno, por supuesto...faltó a la cita! Duplicaron el asunto de las margaritas del mantel para evitar mención de hierbas, y creo que tampoco salió a llorar y matar. Luego de la pasteurización del rock pasteurizado, el profesor de gimnasia Villafranca mostró su traje esport. Y todo lo demás también.
Para comenzar (todo de nuevo?)
Primer post. Después de darle vuelta al asunto del blog, pero no mucho (se escribirá, se dejará escribir, sobrarán las ganas), aquí estoy...."para seguir", como dice la canción. Claro que termina con un no vale la pena sufrir. Empecemos.
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