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Diez años sin la carne roja hoy, eh. Esa noche de conejo en un portugal de leblon que inspiró una falta que, tomá, no es fobia sino paz. Ayer hablamos de las vacas de tami colgadas en la
isla con un gancho, y las formas en que se va desolando una generación volvieron aquí, al centro de la tierra: son también quince sin guille arizona y prometo hacer todo lo posible para que ese disco se escuche. Entresueños algo menos derivados avanzó el reel, casi que puedo estar cerca de una práctica deportiva, ayer noche ordené versos y un coro, otros versos, otro más, de las tres canciones hay una solita que puede elevarse y permitir. Es entonces la identidad la que se enmaleza en la acción, todo el tiempo, vencí cadenas, estamos sobre las baldosas firmes donde una vez me doblé el tobillo corriendo a buscarte y ahora esta laxitud se entona a pura proteína. Vegetal.