Cuando no hay mucho para decir, y viene todo junto, tampoco sirve demasiado meterse en la cama con estufas. Callarse del todo, y abrazar, es lo que quiero hacer todo el tiempo, sin límite y sin egoísmo. El llanto también ayuda, creo y no tengo experiencia, ante el dolor mayor, el que rogamos con fe atea que pueda ir cediendo en ellas dos porque las quiero tanto tanto, tanto. Más.
(dibujo de ir, gracias)
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4 comentarios:
yo también te quiero tanto, fede.
Aquel que sufre necesita ese silencio y ese abrazo interminable. No lo dudes, es así.
Mil besos desde el otro lado
Perdón por la intromisión en un post quie parece super interno. Sólo que aunque no tengo idea de quién ni de por qué, entiendo a la perfección lo que sucede. Cuando se escribe bien, se escribe bien. Lo interno en blog público sin que pierda intimidad. Muy bueno.
Saludos!
no hay dolor menor, fede.
y la experiencia mayor no sirve para nada. el dolor siempre es inedito cuando viene pero no cuando reclama abrazos.
no puedo parar de leerlo casi agradecida.
si, viene todo junto.
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