enredados en los cables de entel
Si partís de Rocha, por la ruta que lleva al mar, en un mezclado patchinko de roc argentino y detenés el oído en esa canción, te das cuenta aunque quien viaje a tu lado no la conozca por degeneración, que es una chica cantando su propia vida escrita por su novio cuando todo se desmoronaba. Meter y sacar cables, regir la sintaxis de una red que era nombrada justo en ese momento, las maravillas de aquellos que, entre discusiones, pensaban que para pasar files de un punto a otro había que escribir un protocolo, lo escribían y de eso se trataba: FTP. Llevo entonces la lectura de la biblia sobre los orígenes de esta red inconexa y bestial, llevo las remeras viejas y llego al festival voxpop para que nos vayamos temprano allá, donde el sol sale de repente y la luz se apaga más veces, intento leer, con ayuda no de la neck booklite que viajaba por los trenes italianos, sino de otro cuarzo, más celeste, al tono del gin.
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1 comentario:
...hay un boomerang en la city,mi amor todo vuelve como vos decís...
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